EUS Energy Storage fabricará baterías de ion-litio de última generación

Un grupo de inversores vascos, liderado por extrabajadores de la antigua Cegasa, reflotará la unidad de negocio de Nuevas Tecnologías del histórico grupo vasco para producir baterías de litio-ion de última generación y posicionarse en un plazo de cuatro años en el mercado de los sistemas de almacenamiento de energía.

La unidad productiva de Nuevas Tecnologías de Cegasa, el fabricante de pilas con sedes en Vitoria y Oñati que entró en concurso de acreedores en 2014, era una de las que, hasta la fecha, no tenía continuidad, después de que el resto de divisiones hayan sido absorbidas en los últimos meses por fondos de inversión y otras compañías.

De este modo, la nueva firma, que llevará por nombre , tiene previsto incorporar de manera paulatina a los 18 trabajadores de la unidad de Nuevas Tecnologías de Cegasa, que hasta el proceso concursal del grupo, había logrado importantes contratos para suministrar sistemas de almacenamiento de energía, pilas de combustible de hidrogeno, y baterías de vehículos eléctricos a compañías internacionales.

La nueva compañía, que empezará a operar en Bizkaia en los próximos meses, cuenta, como socio de referencia, con el grupo Reflectia, ubicada en Bilbao y especializada en Gases Industriales alternativos, Energías e Innovación, además del apoyo de otros grupos inversores industriales, privados, de la Diputación Foral de Bizkaia y del Gobierno vasco, a través de la SPRI, que han subvencionado el proyecto por medio del Programa de Creación de Empresas Innovadoras. La nueva firma, de capital 100% vasco, tiene previsto invertir, en el plazo de cuatro años, un total de 8 millones de euros y disponer de una plantilla de 30 trabajadores en ese tiempo.

Hasta 600 km de autonomía
EUS Energy Storage fabricará baterías de litio-ion de última generación, que, hoy día, todavía son prototipos de laboratorio y que irán destinadas al mercado eléctrico y de movilidad eléctrica. Estas baterías avanzadas permitirán duplicar y hasta triplicar la autonomía de los vehículos eléctricos. “Las baterías de segunda generación, las actuales, dan una autonomía media de 160 km; las de tercera les darán entre 400 y 600 km”, explica Jorge Chacón, promotor del nuevo proyecto de almacenamiento energético y hasta hace unos meses director comercial de la Unidad Productiva de Nuevas Tecnologías de Cegasa Internacional.

Estas baterías de gran capacidad tienen, asimismo, un amplio mercado en el sector de las energías renovables, que necesitan este tipo de sistemas para almacenar la energía generada y evitar fluctuaciones en la producción eléctrica. “La energía eólica, o la solar, necesitan estas baterías, y cuanto mayores prestaciones tengan, mejor”, subraya Ángel Contreras, responsable de desarrollo de producto en Cegasa y ahora promotor de la nueva firma.

La nueva compañía vasca completará durante los próximos tres o cuatro años, una primera fase, en la que fabricará las celdas electroquímicas necesarias para la producción de las baterías de última generación. A partir de ahí, en una nueva fase de dos años, tiene prevista nuevas inversiones, que aumentarán la facturación hasta los 150 millones de euros.

EUS Energy Storage se valdrá para ello de una fábrica inteligente o 4.0, en la que desarrollará la electroquímica y mecatrónica necesaria para la producción de los nuevos sistemas. Además, prestará servicios de alto valor añadido y personalizado, que, por medio de las últimas tecnologías, conectará en todo momento al fabricante con los clientes y los usuarios, que podrán gestionar su propia energía.

La nueva firma pretende, de este modo, continuar los desarrollos en I+D e innovación en los que estaban inmersos los trabajadores de Cegasa antes del concurso e intentar recuperar la colaboración con otras empresas y centros de la red vasca de ciencia y tecnología, para que estos proyectos continúen y no queden sin resultados. Además pretende ser, por ello, “un referente en convertir en riqueza social y PIB los esfuerzos en I+D e innovación de toda la sociedad, ayudando con ello a un modelo social energéticamente más sostenible”, explica Chacón.