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Las herramientas de fabricación digital van adquiriendo cada vez más peso en los centros educativos-formativos de toda Euskadi, pero también empiezan a ser más accesibles a los usuarios y emprendedores a través de laboratorios de creación o tiendas especializadas a pie de calle. La autofabricación o el ‘Do it yourself’ está ya al alcance de cualquier persona.
Uno de los principales exponentes de la fabricación digital aditiva son las impresoras 3D, con sus diferentes modalidades de creación de objetos. Los retos de esta tecnología se han ido superando en los últimos años en lo que se refiere a la disponibilidad de impresoras a un precio asequible, recambios más baratos, repositorios de archivos en 3D para imprimir y escáneres que nos permiten digitalizar objetos e incluso personas en tres dimensiones.
A todo esto hay que sumarle una auténtica revolución en la implantación en nuestro entorno de laboratorios de fabricación digital. Se trata de espacios que disponen de herramientas como impresoras 3D, fresadoras CNC y cortadoras láser y que suelen ser accesibles a todo tipo de personas. A los usuarios se les exige que sepan manejar este tipo de máquinas aunque también suelen tener a su disposición cursos para formarse en su manejo.
Un ejemplo son los Fab Labs, espacios de creación y experimentación muy vinculados a la sociedad, impulsados por el MIT, el Massachussets Institute of Technology, en 2000. Para lucir esa etiqueta de Fab Lab hace falta llegar a un acuerdo con el propio MIT y cumplir ciertos requisitos. En Euskadi, en septiembre, la Universidad de Deusto abrirá el primer Fab Lab de nuestro entorno con homologación del MIT. Se ubicará en un edificio nuevo de 400 metros cuadrados en el campus de la Universidad en Bilbao.
Deusto FabLab incluirá una serie de equipos que permiten la fabricación de casi cualquier objeto: una máquina de corte por láser CO2 para estructuras de 2D y 3D y grabación y/o corte de materiales; una máquina de corte de vinilos para señalítica, personalización textil, corte de láminas de cobre para antenas y circuitos flexibles; una fresadora de alta precisión para placas de circuito impreso y piezas de precisión; una fresadora de grandes dimensiones para mobiliario y cubrimientos; impresoras 3D para prototipado rápido y una amplia gama de componentes electrónicos y de programación para un prototipado rápido de circuitos electrónicos.
Marcelo Leslabay, uno de los responsables de este proyecto y coordinador del grado de Ingeniería de Diseño Industrial de la Universidad de Deusto, reconoce que “este nuevo espacio quiere convertirse no solo en un lugar donde existan máquinas, sino que esté abierto al público y que sirva de epicentro para unir a personas que puedan generar proyectos relevantes”. Entre los posibles destinatarios de este Deusto FabLab estarían licenciados en Bellas Artes, Arquitectura, Diseño Industrial o Ingenieros; “cualquier persona que esté interesada en estas tecnologías y que las quiera utilizar para sus proyectos” reconoce Leslabay.
Primera experiencia
Pero el FabLab de Deusto no va a ser el primer laboratorio de este tipo en nuestro entorno. En febrero de 2009 se inauguró Denokinn – Urdaibai, en la antigua Cofradía de Pesca del Puerto de Bermeo. Impulsado por el Gobierno vasco, la Diputación Foral de Bizkaia y los Ayuntamientos de Bermeo, Elantxobe y Mundaka, no tuvo suerte en su objetivo de convertirse en la “fábrica de la innovación de Bizkaia”. A finales de ese mismo año el proyecto quedó varado.
Su relevo lo tomó el Basque Fab Lab de Santurtzi (Pol. El Árbol, Parcelas 25 y 26) también impulsado por Denokinn. Ofrece las máquinas comunes a este tipo de laboratorios de fabricación y, como en el caso anterior, está orientado a profesionales, estudiantes, investigadores, makers, emprendedores, y “todos aquellos interesados en aprender, experimentar, conocer y compartir usando las tecnologías de fabricación digital, el open source, el diseño, la creatividad y la innovación”.
El centro de producción artística BilbaoArte, dependiente del Ayuntamiento de Bilbao, también ha abierto las puertas del MediaLab BilbaoArte, un laboratorio de fabricación digital que quiere convertirse también en un espacio para la creación de otros sistemas tecnológicos y audiovisuales. Una de las claves de este MediaLab serán los cursos de formación sobre fabricación en 3D. El taller está equipado con impresoras 3D, escáner 3D, cortadora láser, fresadora CNC, equipos audiovisuales y «otras herramientas para la construcción, programación, o prototipado de proyectos con una fuerte vinculación entre Arte y tecnología«.
Otra iniciativa que acaba de llegar a Euskadi y en concreto a Bilbao es The Makery. Se autodefinen como “un lugar para crear, explorar y prototipar nuevos productos. Es donde se crean los makers del siglo XXI que serán capaces no solo de crear productos a partir de prototipos sino también a validarlos y rentabilizarlos”. Una vez más, la idea es la misma: por una parte máquinas y herramientas para el prototipado y, por otra, cursos de formación para los interesados en la fabricación industrial. The Makery es un proyecto impulsado por la cooperativa TZBZ, creada en 2013 por un grupo de jóvenes emprendedores ex-alumnos del grado LEINN-Liderazgo Emprendedor e Innovación de Mondragon Unibertsitatea y se inaugura el 19 de junio en el edificio de Bilbao Berrikuntza Faktoria (calle Uribitarte 6, Bilbao).
El Espacio Open Bilbao agrupa a makers de todo Euskadi y en él es habitual trabajar con máquinas de fabricación digital, muchas de ellas incluso creadas por los propios makers. A sus impulsores les interesa la innovación de base, sea o no tecnológica, y las soluciones concretas a problemas concretos. También funcionan como aceleradora de proyectos y tendencias en las que creen para potenciar su impacto económico y social . Según su propia filosofía «colaboración y cooperación son dos de las claves del éxito en el mundo contemporáneo y para ello lo mejor es aprender y compartir con quienes están viviendo lo mismo que tú en otras ciudades del planeta y tener presencia en las redes internacionales de referencia«.
En Donostia Hirikilabs de Tabakalera es un espacio abierto tanto a profesionales como a principiantes en el que se invita a las personas a que “traigan sus ideas, proyectos, conocimientos, herramientas o problemas para descubrir, desarrollar y/o resolver de forma colaborativa”. Un lugar en el que compartir trucos y consejos para difundir las posibilidades de la tecnología digital. Además, con el objetivo de crear una comunidad activa de nuevos artesanos vinculada al laboratorio ciudadano, Hirikilabs impulsa el formato How To Make, un encuentro mensual de creativos, arquitectos, ingenieros, científicos y ciudadanos en general interesados en conocer la cultura maker, aprender y compartir.
En Pamplona, el proyecto del Fab Lab Coworking (C/Tafalla, Nº38 Bajo) se comenzó a gestar a finales de 2013. Esta iniciativa es la unión de dos conceptos: un espacio de trabajo colaborativo y un laboratorio de fabricación digital. El resultado, según sus responsables, es “un espacio de creación que sirve de punto de encuentro a mentes creativas, en su fase de desarrollo de productos. Un punto en el que diseñadores, creadores, y pequeñas empresas pueden testar, prototipar y desarrollar casi cualquier objeto, con un único fin; cubrir una necesidad existente”.
El negocio de las FabStores
Pero también existen iniciativas no vinculadas con administraciones, instituciones o asociaciones. Siguiendo en la Comunidad Foral, el Grupo tecnológico K35 ha apostado por Navarra para crear su primera unidad de fabricación digital en 3D. Ya cuenta con el interés de más de 100 empresas y, de hecho, diez compañías ya han incorporado la tecnología. El objetivo para 2015 será triplicar la facturación con 30 nuevas firmas. “Queremos acompañar a todas las empresas a la revolución de esta tecnología con servicios a medida y con todo nuestro equipo de investigación a su servicio”, señala Eduardo Pérez, responsable del proyecto. También diferentes centros educativos navarros han mostrado su interés por esta iniciativa como Creanavarra, Centro Superior de Diseño (Pamplona), que estudia la posibilidad de introducir la asignatura «Additive Manufacturing» en la carrera oficial de Diseño de Producto que imparte.
El impulso de dos arquitectos fue el germen de Arquimaña en 2010. Está ubicado en Donostia (Jose Goikoa 8) y se define como un FabStore, un taller pionero en fabricación digital que ofrece la posibilidad de materializar diseños, prototipos, maquetas y producciones de pequeñas tiradas.
En Arquimaña también nos ofrecen asesoramiento sobre los mejores materiales y herramientas para desarrollar nuestros proyectos. Y es que una de sus impulsoras, Raquel Ares, reconoce que entre sus clientes se encuentran dos tipos de personas: “las que no tienen clara la idea ni cómo llevarla a cabo y necesitan asesoramiento por nuestra parte y quienes están más familiarizados con la fabricación digital y necesitan maquinaria y materiales para hacer realidad sus prototipos”.
En Euskadi la empresa TuMaker de Oiartzun ha sido la primera en dedicarse a la fabricación de impresoras 3D: las voladoras. En 2013 puso en marcha el proyecto Ikaslab Network en el Centro de Formación Profesional Don Bosco. Se trata de un espacio donde los alumnos puedan trabajar con herramientas como impresoras Tumaker Voladora, escáneres 3D o elementos de post-procesado. Además, cuenta con una plataforma virtual que permite la gestión de sus contenidos y conectar los diferentes Tumaker IkasLab. En la actualidad, una veintena de colegios y centros de formación profesional de todo el País Vasco se han incorporado a esta iniciativa.
La empresa Igestek también tiene un Fab Lab en su sede del Poligono Ugaldeguren de Derio (Bizkaia). Fab Lab Igestek abrió sus puertas en enero y ofrece a sus clientes las herramientas de fabricación digital y acepta otro tipo de proyectos que puedan ser auspiciados por la propia compañía.
Por otra parte, 3DPrint Bizkaia es una cooperativa ubicada en Durango que está preparada para ofrecer servicios integrales de impresión 3D y cuenta con el aval del Gobierno Vasco, Diputación de Bizkaia, Maristak, Eiken, Iurreta Institutoa y el IEFPS Tartanga de Erandio.
Impresión 3D a pie de calle
Al margen de los FabLabs o FabStores, en junio de 2013 llegó a Pamplona el primer modelo de tienda franquiciada de impresión 3D. En Sicnova 3D (Avenida Galicia 11) es posible adquirir impresoras 3D, comprar recambios o hacernos con un escáner en 3D. Si nuestros recursos monetarios son limitados siempre podremos utilizar alguno de estos servicios previo pago. Si queremos escanear cualquier objeto nos lo harán y, si ya tenemos el archivo 3D digitalizado, también podremos pedir que nos lo impriman en diferentes materiales. El rango de los precios depende de las exigencias del cliente.
Este modelo también ha llegado a Bilbao. Desde enero de 2015 la tienda franquiciada de Tr3sDland de la calle Egaña 8 ofrece la posibilidad de adquirir impresoras 3D por extrusión, filamentos, escaneo 3D de objetos e incluso de personas. Disponen de una cabina que, en pocos segundos, es capaz de escanear en tres dimensiones un cuerpo humano u otro tipo de objetos más voluminosos. Pero los hermanos Alex, José Manuel y Amador Ruiz, responsables de esta tienda, también ofrecen opciones de impresión por encargo utilizando las diferentes técnicas existentes: extrusión, compactación y fotopolimerización. Reconocen que “la mayoría de la gente no tiene conocimientos de impresión 3D para convertir sus ideas en realidades. La gente viene a la tienda y está muy perdida. Nos cuentan lo que quieren e intentamos hacer realidad sus deseos o necesidades”. Los proyectos que les solicitan están orientados a áreas tan diversas como la ingeniería, joyería, odontología, arquitectura, diseño industrial e incluso la alimentación.
Domotek está radicada en Donostia (Urbieta Kalea) y su filosofía es ayudar a las empresas o emprendedores de cara a diseñar y crear sus productos “antes de lanzar al mercado y producir en miles o millones de unidades”. “Es mejor prototipar e imprimir para ahorrar dinero con la detección temprana de errores” aseguran. Para ayudar a los clientes disponen de diseñadores 3d y técnicos mecánicos de impresoras 3d.
En Alava una de las referencias en impresión 3D es Muumba, en el Parque de Miñano (C/Albert Einstein, 15). Se dedican a hacer realidad los proyectos de escaneo, digitalización e impresión 3D de arquitectos, clínicas dentales, empresas aeroespaciales, maquetistas, amantes de los juegos de mesa y rol, museos, tiendas de figurismo o joyerías. Además, también realizan trabajos de pintado de las piezas impresas.
Está claro que la fabricación aditiva y el prototipado digital han llegado para quedarse y tanto los usuarios sin conocimientos como los emprendedores con necesidades tienen cada vez más lugares en los que experimentar con impresoras y escáneres 3D, fresadoras CNC o cortadoras láser; hoy por hoy, las principales herramientas de la fabricación digital.
Muy completo tu post sobre situación de tecnologías aditivas en laboratorios accesibles al público .
Muchas gracias
Hola..Mi nombre es Viviana..y estaba interesada en aprender a trabajar con impresoras 3d..no tengo idea de nada de esto…y me pregunto..que nivel de estudios y cual es el limite de edad..gracias
Muy bueno. Eskerrik asko