El Colegio Trueba de Bilbao está trabajando en una innovadora iniciativa pedagógica denominada ‘Atapuercos: de la Tablet a la Caverna’, que trata de estimular las capacidades creativas de los chavales con talleres que abarcan todas las asignaturas curriculares, valiéndose de las herramientas digitales actuales.
Es un viaje desde el presente digital de los estudiantes a la vida natural de hace varios milenios. Así, se apoyarán en las tablets que utilizan en el colegio, pero también de brújulas, aplicaciones GPS, códigos QR de dispositivos móviles, … . Pero utilizarán también el conocimiento prehistórico: cuchillos de sílex, barro, fuego, pistas de piedras y palos, geometría cartesiana para geolocalización, etc..
“El mismo nombre del proyecto –explica Iñaki Zulueta, profesor y coordinador del proyecto –evoca lógicamente a Atapuerca y la sociedad de las cavernas. Pero tiene otra connotación: sabemos que entrarán limpitos, pero tenemos claro que después del vivac previsto, saldrán hechos unos cerdos y un poco más salvajes”.
El equipo del Colegio Trueba utiliza en esta iniciativa técnicas de aprendizaje inductiva para que los alumnos recaben la información necesaria de blogs, páginas web, etc., y puedan completar las tareas encomendadas. La idea es estimular su creatividad y que los estudiantes desarrollen sus propias capacidades a partir de inteligencias múltiples.
Fabricación de cuchillos de sílex
Los contenidos de la experiencia incluyen todas las asignaturas curriculares que se dan en 1º de ESO. Las dos últimas jornadas, materializarán el conocimiento adquirido en un vivac (acampada nocturna) en el interior de las cuevas de Baltzola, en el Parque Natural del Gorbea, en Bizkaia.
En los primeros días, los chavales deberán hacer presentaciones digitales para la asignatura de Naturales sobre los karts (las formaciones geológicas típicas del Valle de Arratia), o sobre el fenómeno físico del fuego. Se ha previsto un taller de elaboración de cuchillos de lascas de sílex que deberán utilizar ya la próxima semana en el mismo comedor del colegio.
Para la asignatura de lengua, los chavales deberán elaborar y editar digitalmente un cuento de terror para su lectura en la cueva. Con ello se quiere seguir la tradición oral de mitos, leyendas y relatos de la época prehistórica en contraposición con el ocio digital actual.
Para explicar los temas de escalas, proporcionalidad o geometría (matemáticas) se llevará a cabo un taller sobre el terreno de plano-escala y orientado utilizando la herramienta Google Earth. En Sociales, hay previsto una visita virtual al yacimiento de Atapuerca, así como un taller de arqueología, en el yacimiento del Abrigo de Axlor, en Dima.
Por último, para la clase de música está prevista un taller de creación de banda sonora para el relato de terror de la cueva (con la App GarageBan), mientras que en la clase de tecnología, los chavales deben fabricarse una linterna frontal para espeleología, además de grabarse en vídeo con un tutorial cómo han hecho su linterna-frontal.
Durante los últimos dos días en Baltzola, que incluyen el vivac en el interior de la cueva principal, se pondrán en común los diferentes relatos, música, imágenes y producciones realizados por los estudiantes en los días previos. Está previsto igualmente un taller de sostenibilidad medioambiental, que consistirá en la recogida de basura o desperdicios en los alrededores de la zona de acampada.
Una vez finalizado el proyecto, el equipo del colegio Trueba recopilará toda la documentación y conocimiento generado y la presentará a la Fundación Atapuerca en Burgos, así como a diferentes congresos de educación nacionales para que estimen el valor de la iniciativa pedagógica desarrollada.
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